Cuando hablamos de derecho mercantil, muchas veces se piensa únicamente en grandes empresas, fusiones complicadas o sociedades cotizadas. La realidad es muy diferente: el abogado mercantil está presente en la vida diaria de cualquier negocio, desde un autónomo que quiere constituir una sociedad limitada hasta una pyme que afronta un conflicto con un socio, pasando por empresas en concurso de acreedores o familias que necesitan protección frente a deudas.

Llevamos más de 10 años trabajando el derecho mercantil, tenemos clientes desde la ley de segunda oportunidad a concursos a problemas de socios. Somos tres abogados especializados en mercantil y sabemos, por experiencia directa, que la diferencia entre tener un buen asesoramiento o improvisar puede marcar el rumbo de toda una empresa.

En este artículo voy a detallar las diez situaciones más frecuentes en las que realmente necesitas un abogado mercantil, apoyándome tanto en la práctica profesional como en los problemas reales que nos plantean nuestros clientes.

1. Constitución y crecimiento de sociedades

El inicio de una empresa siempre es un momento de ilusión, pero también de riesgos. Muchos emprendedores deciden lanzarse sin asesoramiento jurídico, pensando que constituir una sociedad es simplemente rellenar unos formularios o acudir a un notario. La realidad es que detrás de cada sociedad hay decisiones clave: el tipo de sociedad (SL, SLU, SA…), los estatutos, el reparto de participaciones, la figura del administrador o la existencia de un pacto de socios.

En nuestra experiencia, hemos visto cómo los problemas más graves entre socios nacen precisamente en esta primera etapa, cuando no se definen bien los derechos y obligaciones de cada uno. Por eso siempre recomendamos que desde el inicio se cuente con un abogado mercantil especializado, que no solo redacte documentos, sino que anticipe escenarios de conflicto.

Además, el crecimiento de la empresa implica modificaciones estatutarias, ampliaciones de capital, entrada de nuevos socios o incluso la transformación de una SL en SA. En todos esos casos, el papel del abogado mercantil es esencial para garantizar la seguridad jurídica.

2. Redacción y revisión de contratos mercantiles

Los contratos son la base de cualquier relación empresarial. Desde un simple contrato de prestación de servicios hasta acuerdos de distribución, agencia, franquicia o compraventa internacional, cada cláusula cuenta.

Muchos clientes nos llegan con contratos redactados a partir de plantillas descargadas de internet, sin adaptarlas a su caso real. El problema es que, cuando surge un conflicto, esas cláusulas genéricas no sirven para defender sus intereses.

Aquí es donde un abogado mercantil marca la diferencia: revisando, adaptando y negociando contratos que realmente protejan a la empresa. Hemos trabajado en contratos de todo tipo y siempre insistimos en que dedicar tiempo a un buen contrato es una inversión, no un gasto.

3. Conflictos entre socios y pactos de socios

Quizás la situación más habitual en la que se necesita un abogado mercantil. Los conflictos entre socios pueden nacer por múltiples razones: reparto desigual de beneficios, falta de transparencia en la gestión, decisiones estratégicas que no se comparten, o incluso problemas personales que se trasladan a la empresa.

Llevamos más de diez años viendo cómo estas disputas pueden paralizar negocios enteros. Un buen pacto de socios, elaborado desde el inicio, ayuda a prevenir muchos problemas. Pero si ya existen tensiones, la intervención de un abogado mercantil es imprescindible para encontrar una salida: ya sea mediante negociación, separación de socios o, en última instancia, vía judicial.

4. Ampliaciones de capital y modificaciones estatutarias

El crecimiento empresarial suele pasar por la necesidad de ampliar capital. Sin embargo, este proceso no es tan simple como parece: requiere acuerdos de junta, modificaciones estatutarias, inscripción en el Registro Mercantil y, en muchos casos, la protección de los derechos de los socios minoritarios.

En nuestra práctica hemos visto ampliaciones de capital injustas, diseñadas para diluir a ciertos socios. En estos casos, la intervención de un abogado mercantil es crucial para garantizar que el proceso se ajuste a la ley y que todos los socios tengan las garantías que les corresponden.

5. Concursos de acreedores y reestructuración empresarial

Una de las áreas más complejas y delicadas del derecho mercantil. Cuando una empresa no puede hacer frente a sus deudas, el concurso de acreedores es muchas veces la única salida legal para ordenar la situación.

En nuestro despacho hemos acompañado a numerosos clientes en concursos, tanto voluntarios como necesarios. Sabemos que no se trata solo de cumplir trámites, sino de diseñar una estrategia para salvar la viabilidad de la empresa o, si no es posible, minimizar el impacto económico y personal para sus administradores.

Un error común es esperar demasiado para solicitar el concurso, lo que puede generar responsabilidades personales para los administradores. Aquí un abogado mercantil experimentado no solo gestiona el procedimiento, sino que asesora sobre el mejor momento para actuar.

6. Aplicación de la Ley de la Segunda Oportunidad

No solo las empresas atraviesan dificultades: los particulares y autónomos también pueden verse asfixiados por las deudas. La Ley de la Segunda Oportunidad ha sido, desde su aprobación, una herramienta fundamental para miles de personas.

Hemos gestionado numerosos casos bajo esta normativa, logrando que nuestros clientes se liberen de deudas imposibles de pagar. La experiencia nos ha demostrado que este procedimiento exige un profundo conocimiento del derecho mercantil y concursal, porque no es simplemente “borrón y cuenta nueva”: requiere negociaciones con acreedores, planes de pagos y la defensa de los intereses del deudor en cada fase.

7. Responsabilidad de administradores y protección del patrimonio

Ser administrador de una sociedad no es solo un cargo de confianza: implica responsabilidades legales muy serias. Cuando una empresa incumple sus obligaciones fiscales, laborales o mercantiles, los administradores pueden responder con su propio patrimonio.

En más de una ocasión nos han llegado clientes sorprendidos porque pensaban que, al tener una sociedad limitada, nunca responderían con sus bienes personales. La realidad es distinta: en ciertos casos, la responsabilidad traspasa la barrera de la sociedad.

Aquí el abogado mercantil no solo actúa como defensor, sino también como asesor preventivo, indicando qué medidas deben adoptarse para evitar riesgos y blindar el patrimonio personal de los administradores.

8. Fusiones, adquisiciones y compraventa de empresas

Las operaciones de M&A (fusiones y adquisiciones) requieren un altísimo nivel de conocimiento técnico y estratégico. Desde la due diligence inicial hasta la negociación del contrato de compraventa, cada detalle cuenta.

Hemos asesorado en compraventas de empresas familiares, fusiones de pymes y adquisiciones estratégicas. En todas ellas, el papel del abogado mercantil ha sido fundamental para garantizar que la operación sea segura, transparente y beneficiosa para todas las partes.

9. Litigios mercantiles y reclamaciones judiciales

Cuando el conflicto ya es inevitable, la vía judicial es muchas veces la única salida. Demandas por incumplimiento de contrato, impugnación de acuerdos sociales, reclamaciones de cantidad o disputas entre socios son algunos de los casos más habituales.

En estos procedimientos, la figura del abogado mercantil especializado es esencial, porque combina el conocimiento del derecho procesal con la experiencia en derecho de sociedades. Llevamos más de 10 años defendiendo a empresas en este tipo de litigios y sabemos que la preparación y la estrategia marcan la diferencia.

10. Asesoramiento continuo para emprendedores y pymes

Más allá de situaciones puntuales, lo que realmente da tranquilidad a las empresas es contar con un asesoramiento mercantil continuo. Esto significa tener un abogado de confianza al que consultar antes de tomar decisiones importantes: firmar un contrato, admitir a un nuevo socio, iniciar un proceso de financiación o incluso preparar la sucesión de la empresa.

En nuestro despacho acompañamos a emprendedores y pymes en su día a día. Hemos comprobado que este tipo de asesoramiento preventivo evita la mayoría de los problemas mercantiles graves. No se trata solo de resolver conflictos, sino de anticiparlos.

Conclusión

Estas diez situaciones reflejan por qué el abogado mercantil no es un lujo ni un recurso al que acudir solo en casos extremos, sino una figura imprescindible en la vida de cualquier empresa.

Nuestra experiencia de más de una década nos ha enseñado que la clave está en la prevención, en la claridad y en la cercanía con el cliente. Por eso, si te encuentras en alguna de estas situaciones —ya sea un conflicto con socios, un concurso de acreedores, la necesidad de blindar tu patrimonio como administrador o simplemente el deseo de crecer con seguridad— lo más inteligente es contar con abogados mercantiles especializados.

Los problemas mercantiles pueden aparecer en cualquier momento, pero con el asesoramiento adecuado se transforman en oportunidades de crecimiento y en la tranquilidad de saber que todo está en orden.

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